La plataforma .NET Framework, en la que se basa el paradigma de .NET, consiste en una tecnología
multiplataforma y multilenguaje.
A grandes rasgos, la arquitectura de .NET Framework se ha diseñado de modo abierto, de manera que
la plataforma pueda ser ejecutada en diferentes sistemas operativos.
El entorno de ejecución de .NET
se sitúa como una capa intermedia entre el hardware de la máquina y el software, actuando de
traductor, lo que posibilita dicha integración. Ver Figura 26.
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Figura 26. La plataforma .NET Framework se sitúa como intermediario entre aplicación y sistema operativo. |
Entre las muchas cualidades y características, podemos destacar el hecho de que una aplicación creada
bajo .NET Framework, podrá ejecutarse en diferentes equipos con distintas arquitecturas sin necesidad
de recompilación, siempre y cuando, en dichas máquinas esté instalado el entorno de ejecución de
.NET.
Otro aspecto también muy destacable, consiste en el hecho de que una aplicación puede estar
compuesta a base de piezas o elementos de código, denominados ensamblados o assemblies, pudiendo
haberse codificado cada ensamblado en un lenguaje distinto, siempre que todos esos lenguajes sean
compatibles con las especificaciones de la plataforma .NET.
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